El movimiento significa vivir y mantener la independencia. Una declaración que se ha vuelto cada vez más importante a lo largo de los años. Poder moverse independientemente de otras personas es uno de los bienes más importantes. Y cuando el límite de edad aumenta, esta declaración se vuelve aún más significativa.

Lleve una vida con autodeterminación y aún sea capaz de enfrentar las demandas diarias de la vida cotidiana incluso en la vejez. Ya sea de compras, tareas domésticas diarias o incluso subir escaleras, por ejemplo. A veces son precisamente estas situaciones cotidianas las que pueden llevarnos a nuestros límites físicos, independientemente de la edad. No dejar que la movilidad desaparezca en la vejez, ese es el reclamo y ese es el objetivo. ¿Y si se necesitan ayudas para garantizar la participación social en la vida? Eso no importa. Si subir escaleras ya no funciona correctamente, entonces uno puede salvaescaleras ser la solución.

Si de repente el cuerpo ya no quiere, ¿qué consecuencias tiene la inmovilidad en nuestras vidas?

La libertad de movimiento restringida ya se conoce como inmovilidad. Comienza con una marcha inestable, ya sea por la edad o por un problema de salud. A menudo termina postrado en cama. Lo cual, si es posible, conviene evitarlo a toda costa. Porque las consecuencias físicas y emocionales son inmensas. Romper los contactos sociales es otro factor negativo consecuente.

Principales causas de inmovilidad.

  • Las llamadas enfermedades sistémicas del sistema musculoesquelético. Estos incluyen, por ejemplo, enfermedades reumáticas u osteoporosis.
  • Enfermedad neurológica como traumatismo o signos similares
  • Y la edad avanzada, por supuesto, puede ser una razón no insignificante

Consecuencias de la inmovilidad

  • De repente faltan los contactos sociales, que la participación en la vida ha desaparecido
  • La demanda mental se reduce por la falta de comunicación.
  • El cuerpo sigue sufriendo por la falta de libertad de movimiento.
  • Las formas más sencillas y las tareas diarias son cada vez más difíciles.
  • La depresión y el alejamiento de la vida son las consecuencias

La libertad de movimiento restringida es difícil de soportar para muchas personas. Una salida, que puede implementarse con certeza de varias maneras, a menudo ya no es manejable sin ayuda. La vida pública continúa, pero la propia participación social se reduce al mínimo.

Posible ayuda y alivio en la vida diaria.

segura movilidad en la vejez es posible y con las ayudas adecuadas se abre de repente un nuevo mundo. Pero, ¿qué opciones están disponibles aquí?

Si la capacidad para caminar se ve afectada, las ayudas modernas como el andador son una herramienta auxiliar muy común y útil. El grado de deterioro es decisivo aquí. Son posibles una multitud de opciones, desde ayudas para caminar estandarizadas hasta rodillos o sillas de ruedas.

El factor decisivo es la voluntad de aceptar la ayuda. Para muchas personas, esta restricción de movilidad a veces inesperada no es fácil de aceptar. En última instancia, son los pequeños ayudantes cotidianos los que mejoran nuestra calidad de vida nuevamente y hacen que muchas pequeñas cosas cotidianas vuelvan a ser aceptables.

La financiación o la asunción total de los costes de adquisición es posible en muchos casos por la compañía de seguros de salud. Dependiendo de los requisitos y con el punto de partida importante, se debe prevenir un agravamiento de la enfermedad o una discapacidad permanente. Incluso hay una división especial en grupos. En el área de cuerpo completo, son los asientos de elevación y, por ejemplo, las ayudas para ponerse de pie. El sector doméstico incluye los salvaescaleras o las ayudas de elevación fijadas al techo. Y luego, por supuesto, la asistencia exterior. La silla de ruedas y el andador están a cargo aquí.

Seguro incluso en el tráfico: movilidad segura en la vejez

La generación 65+ se aborda específicamente aquí. Ya sea como conductor independiente o como peatón. Debes estar seguro sobre tus propios pies. Las personas mayores, junto con los niños, son un grupo de personas particularmente vulnerable.

Y, por supuesto, la movilidad es un factor de calidad de vida incluso en la vejez. Incluso las compras habituales crean contactos sociales y contribuyen al bienestar. Pero si un día deja de funcionar físicamente, entonces el taxista local o un familiar son las próximas opciones.

El exceso de confianza es una fuente importante de peligro para todos los participantes en el tráfico rodado. Los clubes de automóviles o las escuelas de conducción locales ofrecen cursos especiales de formación para personas mayores. Todos son bienvenidos a que se evalúe si sigue siendo aceptable participar en el tráfico rodado.

Movilidad en la vejez: segura para todos los involucrados

Mantenerse activo y en forma no tiene por qué ser solo un sueño. Con voluntad y compromiso, esta idea se puede convertir en realidad incluso en la vejez. Empezando por lo equilibrado y dieta saludable, continúe con tanto ejercicio como sea posible y un reclamo mentalmente exigente. Aquellos que implementen esto seguirán participando activamente en la vida incluso cuando tengan más de 65 años. Así es como funciona realmente la movilidad en la vejez.